
He decidido esperar esta noche, que se aproxime a mi y me tiente.
No estoy desnuda hoy, para ver si sus manos aún tienen el calor que recuerdo
cuando desnudaba mi alma.
A la espera de su orden, arrodillada.
No sé en este momento si mi piel responde por que sé que se acerca lentamente, o por esos espacios que han quedado marcados en el tiempo.
Estoy aquí, esperando su llegada, oliendo sus pasos.