
¿Me harías un favor? - Dijo él -
Quítate las braguitas y quédate así para mi.
Quiero que te sientes sobre mi escritorio y abras tus piernas.
No podrá concentrarse Señor, le dije con una sonrisa.
En segundos, sus dedos estaban dentro de mi y con la otra mano
apretaba fuertemente mis tetas.
No despegué mis ojos de los Suyos, pero ardía por ver cada vena de su
polla a punto de estallar.
Me ha encantado AlmaDesnuda. Uhmmmmmm qué foto!!!!!