Hay varios tipos de princesas, todas ellas igual de bellas.

    Unas vuelan en sus altos zapatos de tacón, con sus cuerpecitos apretados dentro de corpiños ajustados que dibujan su esbelta figura.

    Otras se marchitan esperando al príncipe azul que nunca llega, porque no se dan cuenta de que ellas tampoco son princesas de rosa.

    Hay varios tipos de princesas y todas son hermosas.

    No obstante, las que a mí realmente me embelesan son aquéllas que sustituyen sus tacones por zapatos planos o botas; las que en lugar de corpiño usan chaleco; las que al dibujar su piel no hallas marcas de fusta, sino los tatuajes con que les ha marcado la vida cuando ésta se empeñó en luchar contra ellas y vencieron y al preguntarles, sonríen y afirman “Heridas de guerra”.

    Las que realmente admiro son aquellas princesas de mirada limpia, tan profunda que puedes perderte en ella. Aquéllas que siendo mujeres valientes y decididas, vuelven a ser niñas en mis manos. Las que con su voz te transportan a lugares mágicos y lejanos y con un suspiro te dan la misma vida.

    Te añoro, por todo esto, mi princesa. Siento un dolor tan infinito al tenerte tan lejos y a la vez tan cerca! Sin embargo, no soy valiente como tú. No me atrevo a acercarme a ti y decirte “Soy yo. Te buscaba” .

No quiero arriesgarme a perderte porque no podría vivir sin tu sonrisa! Me he enganchado a ella!

    Te quiero, mi pequeña FCSE, mi alma cautiva.

    Oriol