Un día mas…
Es lo primero que me acudió a la mente nada mas abrir los ojos, un día mas… o…uno menos? No lo sé y en verdad… poco me importa… desde hace mucho tiempo.
Hice un esfuerzo por levantarme, no tenía ganas de ver, ni oir, ni sentir, morir… qué palabra mas dulce.. pero ni eso hago bien…-pensamientos tormentosos como cada día acudían a mi mente-.
Me desnude en el baño y como siempre me miré al espejo. En el espejo se reflejaba una imagen de un cuerpo de mujer: Piel muy blanca, pelo desmarañado en una trenza rubia, pechos turgentes, firmes, pezones pequeños pero gruesos, una cara semi-ovalada y unos ojos… unos ojos azules… fríos, tristes.. muertos.
Sacudí la cabeza, me duché, me puse lo primero que pillé y salí al comedor. Allí había una mujer, pequeña, pelirroja, que cuando se dio cuenta que yo estaba me sonrió, con unos labios bonitos de sonrisa cálida, unos ojos verdes, centelleantes.
-Hola cielo, qué tal has dormido?-, Bien –la dije secamente-, pero ella no menguó la sonrisa para nada, y siguió en su ordenador con lo que estuviera haciendo.
Encendí el mío, abrí el msn, aunque no sabía bien para qué, eso estaba tan muerto como yo. Había correo de mi abuelita, mentalmente sonreí, que diablillo era, la quería mucho y.. la cantidad de disgustos que la había dado…-con la mirada perdida en el pasado..recordé tiempos, en los cuales… el dolor, soledad, era el pan de cada día-
Había tenido una vida al lado de un hombre mala, en la cual…ya el tiempo carecía de importancia..mi memoria se borró, estaba en un hospital,, llena de cables, de moratones, con escayola y una persona menuda, de mirada ya triste y llorosa, me cogía la mano y me susurraba:- ya nadie mas te hará daño mi niña, promesa de abuela- .
Yo la miré, pero no la veía, mi interior quería gritar, pero ni un solo sonido salió de mi garganta, llorar… la ví llorar, yo quería!, pero hasta eso.. me habían denegado, quería morirme.
Las heridas exteriores curaron, pero las interiores… estaban en llaga sangrantes. Tenía pesadillas, donde un hombre me ataba, amordazaba, apalizaba, usaba…Y no entendía quién era… ni que hacía esa pesadilla en mi cabeza… hasta que un día…un día recordé… ¡No! Grité despertandome… porque Dios, porque si existes has hecho que pase por todo eso; me avergonzaba de mí misma…me odiaba… tanto….. que cogí un cuchillo afilado de cocina… y me corté las venas…
Veía como chorros de sangre salía de mis muñecas…y un dulce dormir me acudía.. Oh Si, -pensaba-, por fin, por fin puedo descansar… y me desplomé en el suelo frío de la cocina.
Poco a poco como un rayo de luz… acudió a mi mente, abrí los ojos.. de nuevo el hospital… y de nuevo mi abuela a mi lado llorando, al sentir que estaba despierta me miró y me dijo: Nada… ni nadie.. merece que te quites la vida.. pues es lo mas preciado que tienes… A su lado había una mujer, pequeña, pelirroja, con cara seria, que sonrió calidamente cuando vió que la miraba. Hola cielo, soy Maria, mari para los amigos, creo que tu y yo, vamos a ser muy buenas amigas…
Así comenzó mi vida con mari, en ciudad nueva, casa nueva….Volví al presente, miré a mari, y mis ojos se pusieron más tristes aún. Como siempre, me tiré horas, mirando un msn, sin hablar, sin escribir, sin ver, sin sentir.. sin vivir.
dabria
